Toda una galaxia infinita de redes y conexiones que nos permiten pensar, leer, escribir, sentir, percibir, abstraer, deducir, oler, saborear… Efectivamente, nuestro potencial es ilimitado y, añadiría, que es único en cada persona debido a que lo construimos nosotros mismos.
Esta magnífica red nos ofrece múltiples posibilidades que a priori no son evidentes y que no están en nuestro “cerebro consciente”. Una clave fundamental para sacar y descubrir nuestro potencial está en ser un “aliado de nosotros mismos” debemos poner nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestra alma alineados en el mismo propósito que cada uno decida, este propósito puede ser una misión y forma de contribución en nuestra vida. Adjunto un interesante artículo sobre este tema: El verdadero propósito: sé lo mejor que puedas ser.
Es impresionante descubrir como ciertos estímulos son percibidos por nuestro cerebro de manera inconsciente y como en milisegundos reaccionamos en la mayoría de los casos de forma inmediata y automática. Se dice: “Sonría usted y medio mundo sonreirá con usted tanto si los conoce como sino…”. Esto nos viene a recordar que somos producto del proceso evolutivo de adaptación al entorno en el que vivimos. Por ello, los estímulos visuales asociados a la cultura en el más amplio sentido de la palabra (en la sociedad, en la familia, en el colegio, en la empresa, en el deporte…)se perciben a diario por cientos de miles que pueden dar lugar a reacciones totalmente diversas en cada persona.
Esto explica porque muchos de nuestros “juicios” dependen de nuestra experiencia que en la mayoría de los casos se ha conformado en nuestro cerebro de manera inconsciente.
Entre otras razones esto se produce porque nuestro cerebro trabaja fundamentalmente en dos planos: el del lenguaje (palabras, pensamientos, ideas, lógica…) y el de las imágenes (por esta vía se accede a la memoria, recuerdos, emociones, sensaciones… a un campo infinito). Se podría decir que el primero conecta con el cerebro consciente y el segundo con el cerebro inconsciente. Como decía antes la clave para conectarnos con nuestro potencial ilimitado es poner a trabajar ambos planos de manera coordinada, balanceada y armónica.
Un neuro abrazo,
Javier Eizaguirre