“Haciendo más competente nuestro cerebro desde el desarrollo de la consciencia”
En este post quiero seguir versando sobre un tema que a veces se califica como demasiado intangible; el desarrollo del liderazgo consciente. Como dice Liberto Pereda, “el liderazgo consciente sirve entre otras cosas para afirmar la vida”.
Como he compartido en otra ocasión, los caminos neuronales en nuestro cerebro se cuentan por miles de millones y ante tan vasto universo solo puedo sentir admiración. Una forma de seguir ampliando dicho universo este año y al mismo tiempo de “afirmar la vida”, es seguir desarrollando e impulsando mi habilidad de escribir en verso sobre este tema en cuestión para aportar mi granito de arena en la inspiración de aquellos que ya han elegido y/o están a punto de elegir este Camino. Ahí va la “Oda al liderazgo consciente”, espero que la disfrutes:
Sirvan estos versos para empezar a desmenuzar
algunas ideas sobre el liderazgo consciente
que para algunos no deja de sonar
a un proyecto en algún lugar de la mente.
uno de los patrones del liderazgo reactivo
es buscar la técnica singular
más o menos enlatada de forma regular
en todo caso, siempre buscando el objetivo.
Con dicha técnica, tenemos el pretexto
para liderar de forma superficial
dado que no integramos el contexto
y por ello, perdemos cierto tono vital.
La técnica y “la receta” se demandan con frecuencia
un uso no deseado trae una nefasta consecuencia
que el cerebro propio y ajeno graban en su conciencia
poniendo en cuestión el desarrollo de la competencia.
Líderes y facilitadores se apuntan al carro de la transformación,
¡cómo no hacerlo ante tal invitación!
dado que nos conecta con una poderosa tentación
que ante los demás es ser un ejemplo de inspiración.
Uno de los pilares del liderazgo consciente es la profundidad
abordando los temas en su extensión y diversidad,
porque evitando el ir hacia dentro e ir de puntillas
podemos creernos con la capacidad de hacer maravillas.
Lo anterior es una clave del liderazgo consistente
que nuestro cerebro nos recompensa sabiamente
al tener la conexión en directo con el corazón
y que nos abre la puerta a vivir la vida con inspiración.
“Inspirar y evocar” para que otros puedan mostrar
con alegría su verdadero potencial
“facilitar e invitar” para que otros puedan aflorar
la sabiduría y maestría, hasta la más ancestral.
Cada día nuestro cerebro, millones de batallas libera
cuyos protagonistas son la amígdala y el hipocampo
que pueden dar una respuesta que la sangre altera
ante estímulos que a la supervivencia pone de espanto.
Esto del desarrollo personal y la transformación
claro queda que es parte de una elección
y aunque algunos lo enfoquen como destino
debe quedar claro que es parte de nuestro camino.
Como citaba al principio de este post “el liderazgo consciente sirve entre otras cosas para afirmar la vida”. Ojalá que más pronto que tarde encontremos Personas y Organizaciones mucho más dispuestas a afirmarla.